sábado, 27 de septiembre de 2008

La Gestión del Aula

Para conseguir buenos resultados en el aprendizaje, es necesario establecer un ambiente de trabajo en dónde existe orden y respeto. Si no existe una conducta aceptable por parte de los niños, será imposible lograr un aprendizaje en ellos. Es por ello, que la base de una buena disciplina recae en saber prevenir las conductas inadecuadas de los alumnos, atendiéndolas con la mayor discreción y eficacia posible antes de que simples molestias evolucionen a problemas más serios.


La “gestión del aula” nos habla de un conjunto de comportamientos y de actividades del profesor encaminados a que los alumnos adopten una conducta adecuada y a que las distracciones se reduzcan al mínimo propiciando un entorno en donde pueda darse la instrucción y el aprendizaje. Es decir, que al profesor diseña estrategias preventivas que le permitan actuar antes de que surjan los problemas, o bien, al surgir, actuar inmediatamente para dar solución a estos.


Los problemas de conducta son muy variados, algunos surgen de la ansiedad por parte del niño al terminar el trabajo planteado y no saber qué mas hacer. El alumno naturalmente se inquieta y comenzará a hablar, distrayendo a sus compañeros y propiciando el desorden. Mientras tanto, el maestro se ocupa de los alumnos que no han terminado y no sabe cómo solucionar éste problema. Por supuesto, son maestros sin dominio de la gestión escolar. El docente que si posee una un dominio sobre la buena disciplina sabes estructurar estrategias que le permitan al niño adoptar gradualmente, la conducta que se espera de él. Primero, deben establecerse normas claras y razonables (lo que puede y no puede hacer el alumno dentro del salón de clases). Estas deben plantearse desde el principio del curso, de manera que el niño se acostumbre a ellas y aprende a seguirlas, favoreciendo el ambiente de trabajo. Además, deben ignorarse las conductas “insignificantes” de desorden por parte de los alumnos. Es decir, no dramatizar la disciplina del niño. Si su actitud no interviene en el aprendizaje del resto del grupo, es preferible no dar importancia a ello. De lo contrario, los actos cometidos por este niño los llevaremos a un grado mayor innecesariamente. Y entonces, seremos nosotros mismos quienes obstaculicemos el desarrollo de la clase. Hay que recordar también, que antes de llegar al castigo, esta primero la amenaza. Con esto podremos frenar la mala conducta de los niños y, de no ser así, entonces si podemos aplicar sanciones; hay que mostrarse firmes y hacerlas cumplir.


Una característica de la buena gestión del aula es lo que llamamos el dominio – control: es la habilidad de comunicar a los alumnos que el profesor sabe lo que está pasando en el aula. Es como comúnmente dicen los niños de primaria: “el maestro tiene ojos en la espalda”. Al identificar que algunos niños comienzan a inquietarse, una manera correcta de actuar por parte del docente es mirar fijamente a aquel o aquellos niños desordenados, haciéndoles saber que conoce perfectamente lo que están haciendo y que faltan a su autoridad. De esta manera, el niño sentirá la llamada de atención y regresará inmediatamente a su trabajo. La segunda característica de la gestión es el encabalgamiento que, prácticamente se refiere a la capacidad de atender dos asuntos del aula a la vez, especialmente atender las distracciones sin entorpecer la actividad de aprendizaje que se está llevando a cabo. Es decir que, al llamar la atención a algún estudiante no perder de vista al grupo, o, hacerlo de una manera discreta que el mismo maestro no cause molestias a los demás alumnos.


Sin embargo, existirán situaciones en las que el docente debe interrumpir las actividades de clase si el problema se trata de alguna agresión física o alguna otra conducta clasificada como grave que no puede remediarse con una simple mirada hacia los infractores.


A través de estas estrategias que hemos analizado, nosotros como futuros docentes podemos adoptar aquellas que mejor dominemos y aplicarlas en nuestras futuras prácticas. Ya que es preciso trabajar en un ambiente agradable, en donde se de el respeto y el orden de manera natural. De esta manera, no sólo se facilitará el aprendizaje dentro del aula, sino que, además, estaremos formando en el alumno una conducta basada en valores que la sociedad establece y aprecia.


BIBLIOGRAFÍA:
La Gestión del Aula
Gary A. Davis y Margaret A. Thomas
pp. 29 - 40

Informe de la Visita a la Escuela Primaria



El pasado miércoles 24 de Septiembre de 2008 acudimos a la escuela primaria “Gral. Gregorio A. García” ubicada en la zona centro de la ciudad, con el propósito de solicitar los contenidos correspondientes a nuestra ya próxima primera jornada de observación y practica que se efectuará en el mes de octubre.


Antes de pasar a los salones de clase, surgió un inconveniente, el maestro encargado de llevar el oficio a nuestra escuela no se presentó por lo que a la directoria le pareció fuera de lugar nuestra presencia en la primaria. Afortunadamente localizamos a nuestra maestra de práctica y no fue hasta que ella habla por teléfono con la directora que nos permitió ingresar a la escuela. Al final, la directora nos pidió una disculpa, argumentando que “no era nada personal” sino que se trataba de una mala organización de nuestros maestros y que sólo nos hacían quedar mal.


Mi grupo de práctica es 6° “A”, y mi tutora la maestra Dalia Morales Sosa. Cuento con 21 alumnos de los cuales 10 son varones y 11 niñas. No se puede decir que haya sido un día de muchas observaciones pues la maestra salía constantemente del salón ya que tenía que atender asuntos de trabajo pues es la subdirectora y en estos momentos se encuentran en evaluaciones.


Primero, no se siguió el cronograma establecido, se impartieron materias que ni se marcaban en el mismo y no hubo clase de español. Así que sólo describiré la clase de matemáticas.


Como ya se mencionó que los alumnos están en evaluaciones, la clase de matemáticas fue prácticamente un repaso de lo visto en semanas anteriores. Primero los niños se reunieron en equipos de 4 personas por afinidad. Se trataron temas como la circunferencia de un círculo, problemas de razonamiento que implican la multiplicación, división, suma y resta, fracciones, organización de cantidades (mayor, menor), etc.


Al proponer las actividades a realizar la maestra analiza punto por punto para que no existan dudas respecto al trabajo, esto resulta muy conveniente ya que los niños comprenden las instrucciones. En lo que a la resolución de problemas se refiere, no hubo conflictos, pues eran temas que prácticamente ya dominaban. Además, la mayoría del grupo se mostró participativo a la clase.


En cuanto a materiales no se empleo ninguno en especial, ni si quiera el libro de texto.


Los niños saben trabajar por si solos, sin embargo, había lapsos de tiempo en que se descontrolaban mucho y más con las constantes salidas del salón por parte de la maestra. En realidad no era culpa suya, debido al cargo que cumple, tiene que atender todos estos conflictos. De hecho ya casi para terminar la jornada hubo actitudes de ciertos niños bastante groseras y ofensivas hacia la maestra y hacia algunos miembros del grupo.


Ahora que conozco un poco de las características de los niños y de la forma en que trabajan, espero saber diseñar estrategias que me permitan mantenerlos motivados y que podamos aprender algo tanto ellos de mi como yo de ellos. Además, saber establecer una buena relación con los alumnos basada en el respeto mutuo.


domingo, 7 de septiembre de 2008

Un Maestro con Tacto


El tacto pedagógico es la habilidad consciente que permite a un profesor actuar de manera improvisada en las situaciones educativas, que siempre están cambiando. El profesor está siempre sometido al reto de dar una forma positiva a las situaciones imprevistas. Esta capacidad de ver las posibilidades pedagógicas en los incidentes ordinarios, y convertir aparentemente los incidentes sin importancia en significación pedagógica, es lo que promete el tacto en la enseñanza.

El tacto pedagógico es una forma de actuar en la educación. Se refiere a las formas en que los padres y madres pueden actuar con los niños. Describe las formas en que los educadores pueden actuar en las relaciones de enseñanza – aprendizaje. El tacto pedagógico representa las diversas formas en que cualquier adulto puede actuar de manera pedagógica con la gente joven. Si se actúa con criterio pedagógico se influye sobre el estudiante, pero si esta influencia se realiza con tacto, entonces no será autoritaria, controladora, dominante ni manipuladora respecto al niño y no creará en la persona joven la sensación de dependencia o impotencia.

Estas lecturas analizadas te hablan claramente de cómo el maestro debe adaptarse a las necesidades que presenta el grupo. Es imposible que tú como docente te mantegas rígido a un plan de clase previamente diseñado a pesar de que éste no va de acuerdo a las características de los niños. El plan de clase puede ser muy útil para la enseñanza, ya que a través de éste se estructura la organización de la clase. Es decir, que tú como maestro diseñas e imaginas cómo crees que la clase se desarrolle, pero esto es lo que tu crees. Y, al darte cuenta que las cosas no son como las esperabas debes saber improvisar estas situaciones, debes sabes cómo actuar con tacto de tal manera que el aprendizaje por parte de los alumnos se logre.

Además, con este análisis realizado he confirmado cuan importante es la labor del docente. Cómo puedes influir en una persona sin intención y en quién menos imaginas. ¿Cómo? Muy fácil. Saber apoyar a esos alumnos “descarriados” y confiar en ellos, en su capacidad para aprender y para vivir. Brindar confianza y consejo a los alumnos que otros maestros dan por perdidos. Esto puede ser con un simple gesto de interés, de preocupación por ellos. Los alumnos inmediatamente notarán si tu intención es verdadera o no.

Ser un maestro con tacto, es ser una persona sensible. Sensible a la interpretación del niño, a su estado mental, a sus experiencias y emociones, incluso a su vida personal. Es por ello que ahora en mis practicas ante cualquier situación o imprevisto que se presente no debo actuar en forma convencional. Primero, debo pensar primero qué es por lo que está pasando el niño y cómo puedo ayudarlo en lugar de reprimirlo.

Otros aspectos que debo considerar en mi estancia en la escuela primaria es la forma de motivar a los niños al trabajo sin hacer de ello una experiencia dolorosa de aprendizaje. Es decir, creo que debo presionar un poco a los alumnos para que se esfuercen en clase, pero no excederme ya que de lo contrario los niños pasan por momentos críticos y pueden tener mayores dificultades a lo largo de su aprendizaje.

Un maestro con tacto, es pues, aquel que sabe comprender al niño verdaderamente y sabe cómo actuar ante imprevistos para hacer del aprendizaje una experiencia educativa agradable, motivadora y significativa.



BIBLIOGRAFÍA
"El tacto pedagógico"
"El tacto y la enseñanza"
La práctica de la Pedagogía
Max Van Manenp.p 159-171, 193-213.

Los Retos que Implica el Trabajo Docente



El reto, es la complicación o circunstancia que te impide cumplir un propósito. Como docentes nuestra principal función es facilitar las situaciones de aprendizaje mientras que nuestro reto primordial es que los alumnos adquieran el conocimiento a través de nuestra guía. Para ello, día a día debemos analizar las circunstancias que suceden en el grupo escolar para ver la manera de mejorar el proceso de enseñanza – aprendizaje.

Existen dos tipos de retos que como docentes debemos afrontar que son: los retos internos y los retos externos. Dentro de los retos internos englobamos aquéllos en donde se incluyen los retos personales, profesionales, sociales. Por ejemplo, tener el dominio de contenidos, seguridad frente al grupo, claridad del lenguaje, etc.

Los retos externos son aquellos que se ven influidos por circunstancias de tiempo, organización, etc. engloba lo que son las situaciones inesperadas que surgen en clase, terminar las actividades en el tiempo señalado, lograr que todos los niños trabajen a la par, etc. Estos retos, practicamente quedan fuera del alcance del maestro, y no depende directamente de él, dar una solución inmediata.

Así que no olvidemos que esta profesión esta llena de retos, pero depende de cada uno lograrlos para cumplir con nuestra función de enseñanza – aprendizaje.